El viernes pasado fue la última reunión con Mulan. La verdad es que la tan cacareada despedida fue bastante simple. Un apretón de manos y un que te vaya muy bien fue todo. En el tren de regreso MP se puso a revisar unas gráficas que presenté, donde muestro que el material FL tiene una ligera variación en su comportamiento que no debería tener.
– Mira, – dijo MP – creo que necesitamos ver si ese cambio ocurre siempre a la misma altura en todas las muestras y en todas las condiciones. También sería bueno saber si después de ese cambio el comportamiento es lineal o no.
– ¿Y si le sacamos la primera derivada? – dije yo.
Algún día tengo que aprender a quedarme callado. MP dijo: “Sí, esa es una excelente idea. Ponte a trabajar en ello inmediatamente, no te debe tomar mucho tiempo. Supongo que para el martes ya la tienes lista, ¿no?”
Pues no.
Los puntos tenían demasiada variación de uno a otro, así que la derivada iba y venía alegremente y no me mostraba ninguna tendencia. Hablé un rato con mi hermana para preguntarle algunas cuestiones básicas y me ayudó bastante, pero los puntos de la derivada seguían subiendo y bajando sin mucho sentido.
El miércoles MP estuvo en Londres, pero ayer se apareció en la oficina.
– And? – me preguntó con ese estilo que tienen los asesores para acicatear a los alumnos – I’m waiting.
Le mostré las nubes de puntos que tenía hasta el momento y me dijo: “Algo estás haciendo mal, tus datos claramente muestran ese cambio. A ver, écha pa’cá, lo voy a hacer yo.”
Y se puso a hacer la derivada (o mejor dicho, la aproximación de ésta) en Excel. 5 minutos después se quedó con las mismas nubes de puntos que yo tenía.
– ¿Ya ves? ¿Ves cómo están los puntos de dispersos? Estaba pensando en suavizar la derivada o tal vez saltarme puntos al derivar, – expresé, feliz de que no le hubiera salido.
– No, a ver, espera. I think this is a binning problem.
Y se puso a hacer un suavizado de la derivada bastante directo, promediando 13 puntos y con traslape. En un rato los puntos ya mostraban una cierta tendencia, aunque todavía se veían con bastante ruido. El problema, sin embargo, ya estaba resuelto.
– Listo, – me dijo. Búscate una forma de hacer el binning de manera más elegante y ya está. ¿Cuánto me tardé? ¿10 minutos?
Y luego me miró triunfante, con la cara de: Por eso soy el asesor y tú eres sólo un alumnejo.
Damn. Ya me desquitaré con mis alumnos.
Darth Tradd
Hulme
Manchester, UK