No, no he desaparecido, todavía sigo aquí. He andado algo ocupado por cuestiones de trabajo. De vez en cuando tengo que hacer algo o me puedo meter en problemas. Así que el blog ha estado abandonado y la vida mientras tanto sigue su curso y no puedo comentar nada.
Sin embargo, siempre hay tiempo para hacer un hueco y comentar sobre algo que acá trae un revuelo impresionante: La publicación en un diario danés de una serie de caricaturas sobre Mahoma. El asunto comenzó, como la mayoría de los problemas, de una manera hasta cierto punto ingenua, pero no inocente.
Un cierto publicista de Dinamarca se preguntaba por qué no podía caricaturizar a Mahoma. Buscó a tres dibujantes (moneros, como diríamos en Mexicalpan de las Garnachas) y todos lo mandaron a volar. La verdad, todos le sacaban a las represalias de los fundamentalistas islámicos. Sin embargo, pues todo es cuestión de sacar la chequera y consiguió no a uno, sino a 12 caricaturistas que hicieron de todo un poco. Después pues el asunto se publicó y ¡madres! ¿qué creen? pues los fundamentalistas saltaron.
De ahí se ha venido una escalada de descalificaciones y mentadas entre el mundo árabe y Europa. Desde este lado, se dice que es cuestión de Libertad de Expresión y que los musulmanes no tienen nada que reclamar. Desde el lado del Islam, se dice que es una ofensa directa contra sus creencias, pues recordemos que el Islam prohibe las representaciones del Profeta. Europa contraatacó, con más y más diarios publicando las caricaturas en solidaridad con el periódico danés. La respuesta islámica ha sido boicotear los productos daneses y así ha seguido el asunto, con la violencia a punto de estallar en algunas zonas.
Y, como siempre, voy a meterme donde no me llaman. Primero, lo primero, si alguien quiere ver los 12 dibujos que originaron este desmadre, píquele AQUI. Ahora sí, ya viéndolos, procedamos a comentar.
Me parece que, independientemente de la cuestión de la Libertad de Expresión, la gente de Dinamarca cometió una gran pendejada. Digamos, yo sé que los musulmanes se ofenden fácilmente ante cualquier cosa que ataque a su religión. Entonces, me pregunto yo, ¿se ofenderán si hago caricaturas de su profeta (cosa que está prohibida por su credo)?
La respuesta, en el más puro español mexicano que tengo es: ¡¡A huevo!!
Es meter un palo en avispero, ir a cucar al perro más bravo, por Dios o por Alá o por quien quieran, ¿en qué carajos estaban pensando? Las tensiones entre el Islam y Occidente cada vez son peores, ¿por qué carajos le echan napalm al pinche fuego? Y sí, estoy enojado porque mientras se escudan en la Libertad de Expresión tan llevada y tan traída, le están faltando al respeto a un credo. Además, con su actitud ponen en peligro a todos los que estamos expuestos a ataques terroristas fundamentalistas.
Que quede claro que no estoy defendiendo a los viles terroristas y asesinos que hacen de este mundo un lugar peor. Pero personalmente conozco a un montón de musulmanes y todos, sin excepción, son buenas personas. Sí, algunos medio gritones y otros medio locos, pero no son asesinos. Son buenas personas. Hijos de vecino en Arabia Saudita o Egipto o en Pakistán que, al igual que yo, quieren un futuro mejor y por eso estamos congelándonos en el Reino Unido. Es una ofensa para ellos que representen a su profeta con una bomba en la cabeza en vez de un turbante. Están pagando justos por pecadores. ¿A algún cristiano le gustaría una caricatura de Cristo realizando actos indecentes (fornicando, pues) con un menor de edad? ¿Es el equivalente, no? ¿No hizo lo mismo el diario Danés con Mahoma? ¿No son los sacerdotes, incluyendo los que comenten pederastia, ministros de Cristo? De acuerdo, los sacerdotes pederastas son una minoría, ¿pero no es el caso también con los musulmanes terroristas? ¿No es acaso una generalización estúpida? ¿O alguien le consta que en su tiempo Mahoma también puso bombas?
Ya despotriqué demasiado, pero así me siento. Siento que un atrevimiento, una actitud irresponsable, una pendejada a fin de cuentas de los editores de ese diario, ha hecho de este mundo un lugar más inseguro y con más odio. Si Mahoma, Cristo y Buda predicaron amor y entendimiento, ¿dónde estuvo el error?